Foto: El Diario de Coahuila
Chiapas, México a 26 de marzo de 2019.
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El grupo conformado por más de 2364 personas salió por la madrugada desde Villa Comaltitlán avanzó al ritmo de las familias, mujeres, niñas y niños llegando a Acacoyagua la noche del 25 de marzo y pasaran la noche en la unidad deportiva en condiciones precarias.
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Existe un esfuerzo sistemático por evitar que el éxodo ingrese a los centros de población sin ofrecer asistencia humanitaria en el Esta estrategia propicia condiciones de alto riesgo para las personas del éxodo.
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Insistimos en que las organizaciones presentes en este monitoreo respondemos a acciones de defensa y promoción de derechos humanos así como la búsqueda de justicia social, no tenemos ninguna participación en la organización y toma de decisiones de la caravana, respetamos así mismo sus decisiones y nos limitamos a la observación, vinculación de asistencia, documentación y con ello responder a la defensa de los derechos; por lo que hacemos un llamado a la sociedad a ser abiertos a la reflexión y critica ante la criminalización y discursos que incitan el miedo y la Convocamos a la solidaridad para las miles de personas desplazadas por las violencias estructurales de nuestros países de la región.
En el Camino
Desde las organizaciones que monitoreamos conjuntamente el éxodo centroamericano en la frontera, continuamos acompañando como observadores y vinculantes de asistencia humanitaria el caminar de la “caravana centroamericana y del caribe” en su avance desde Villa Comaltitlán rumbo a Acacoyahua.
A lo largo de la jornada, se observó presencia de Policía Federal y Estatal, Grupo Beta y Protección Civil, acompañando al contingente y en negociación con personas del éxodo en distintos momentos.
Pudimos observar la falta de coordinación entre las autoridades, incluso para permitir y frenar el tránsito a lo largo de la ruta. Durante el día la Policía Federal en algunos momentos permitía el transito pero la Policía Estatal bajaba a personas de las combis, además de frenar a personas caminando en la carretera y en otros momentos la misma Policía Federal obstaculizaba la movilización de las personas.
Una constante de la jornada fue que se manejaron informaciones contradictorias por parte de diversos actores en torno a posibilidades de regularización, alojamiento, alimentación, etc. Protección Civil comunicó que será hasta Mapastepec donde se les podrá recibir y brindar atención, presionando el ritmo de movilización del grupo.
Durante la jornada el contingente de personas entre las que se encuentran mujeres embarazadas, menores, personas de la tercera edad, se fue dispersando en diferentes grupos, contrario a la organicidad que se observó en los días anteriores. Hace falta agua y alimentos suficientes para las personas, la única asistencia médica y de alimentación en ruta fue por parte de organizaciones de la sociedad civil, por parte de las autoridades solo cuenta con una ambulancia sin los insumos necesarios para la atención básica.
En Escuintla, se negoció con autoridades municipales quedarse en un espacio debajo de un puente junto al río. Sin embargo, la mayor parte del grupo decidió no quedarse ahí y continuar avanzando.
Una vez más se observó a agentes de la Policía Federal filmando a las personas y a las defensoras y defensores de derechos.
En Escuintla, hacia las 4 de la tarde, luego de una jornada particularmente larga, no habiendo recibido alimentos, agua ni atención médica adecuada, las personas decidieron parar el tráfico demandando vehículos para movilizarse. Muy pronto se negoció con Protección Civil Federal la posibilidad de conseguir transportes. De la negociación, se coordinan los transportes para mujeres y niñas y niños hacia la unidad deportiva Acacoyahua y los hombres continúan a pie, incrementan los riesgos por continuar exhaustivas jornadas caminando.
Al cierre del día las personas fueron llegando a la unidad deportiva, para pasar la noche en condiciones precarias.
Principales preocupaciones
La falta de claridad e incluso la contradicción en torno a las informaciones que se brindan a las personas y en especial la ausencia de posicionamiento oficial de autoridades del estado mexicano generaron inestabilidad, desconfianzas y dificultades en la organización.
Existe un esfuerzo sistemático por evitar que el éxodo ingrese a los centros de población sin ofrecer como alternativa asistencia humanitaria en el camino. Esta estrategia propicia condiciones de alto riesgo para las personas generando situaciones de confusión y desconcierto. Preocupa que esto consolida procesos de discriminación, racismo y xenofobia.
Se observa una intención de disuadir la movilidad en grupos organizados de personas. Ante estas medidas de disuasión, se puede esperar el retorno de las personas a Tapachula a situaciones de mayor vulnerabilidad y en condiciones altamente precarias.
Todo lo anterior no solo atenta contra los Derechos Humanos de las personas, sino que las afecta en términos emocionales, dejándolas con pocas herramientas para el afrontamiento de su situación.
Desde las organizaciones firmantes, manifestamos nuestra preocupación al Gobierno mexicano en materia de migración internacional y refugio, y consideramos que:
- Demandamos una estrategia transparente por parte del Estado para garantizar los Derechos Humanos de las personas desplazadas que están en este momento en
- Urgimos a las autoridades a dar respuesta integral a la protección, seguridad y asistencia humanitaria, no sólo a nivel interinstitucional en los distintos niveles de gobierno, sino en coordinación con las organizaciones de la sociedad civil con presencia en la
- Reiteramos la preocupación de mantener el cierre del acceso a la regularización migratoria: cierre de las oficinas en Tapachula, suspensión de nuevos registros / tramites y la dificultad de dar continuidad a los trámites pendientes en ciudad Hidalgo y Talismán; el acceso a la regularización determina la garantía de no detención y deportación, además del acceso a las condiciones de vida digna para las personas (alojamiento, alimentación, acceso a derechos básicos como salud).
- Hacemos un llamado a las autoridades a la no criminalización de las personas desplazadas ni personas defensoras de derechos humanos o que proporcionan asistencia
- Al Estado que se abstenga de ejercer actos de intimidación a compañeras y compañeros que realizan monitoreo en las caravanas de migrantes por NO estar haciendo ningún acto ilícito.
- La violencia xenófoba resulta completamente inaceptable, y el Estado junto a los medios de comunicación y la sociedad civil tenemos la obligación de prevenirla y
Seguimos llamando a la solidaridad y a la confluencia de la sociedad civil en la defensa de los derechos fundamentales de las personas migrantes y refugiadas en México siendo participes de la hospitalidad y donando agua, miconazol (anti fúngico), diclofenaco en gel (antinflamatorio), pomadas para pies y rozaduras, vendas, Ibuprofeno (antinflamatorio), naproxeno (analgésico) avapena (antihistamínico), óxido de zinc, pro bióticos en polvo, suero en polvo, bloqueador solar, pañales, zapatos, sombrillas, gorras, paliacates… (todo lo que pueda servir en el camino a pie que han emprendido).
Firmamos: Colectivo de Observación y Monitoreo de Derechos Humanos en el Sureste Mexicano
American Friends Service Committee (AFSC) – Oficina Latinoamérica y el Caribe, Centro de Derechos Humanos Digna Ochoa, Centro de Derechos Humanos Fray Matías de Córdova, Centro de Derechos Humanos Tepeyac, Centro de Derechos de las Víctimas de la Violencia Minerva Bello, Formación y Capacitación (FOCA), Iniciativas para el Desarrollo Humano, Junax, Kaltsilaltik, Médicos del Mundo – España y Francia (MdM), Red Jesuita con Migrantes – Centroamérica y Norteamérica, Servicio Jesuita a Refugiados (SJR), Una Mano Amiga en la Lucha contra el SIDA, Voces Mesoamericanas Acción con Pueblos Migrantes.